Años 2010, las renovables entran en escena

Continúa el viaje a través de los 60 años de Enel. Las energías renovables representan un cambio esencial para el Grupo y su estrategia, y Enel Green Power se convierte en líder mundial en energías limpias.

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La segunda década del siglo XXI marca una revolución copernicana tanto para el mix energético de Enel como para su propia filosofía empresarial, en sintonía con un cambio irreversible que afecta a todo el sector energético. De hecho, esta es la década en la que las fuentes renovables adquieren definitivamente el protagonismo.

Estimulada, inicialmente, por la búsqueda de una mayor independencia energética para Italia, la exploración de las posibilidades que ofrecía aquello que, en esa época, se definía como «fuentes alternativas», formaba parte de las actividades de la empresa ya en la década de 1970. Una parte inicialmente modesta en cuanto a números, pero llevada adelante con coherencia e innovación. Son muchos los factores que han contribuido a la aceleración en el cambio de siglo, desde los geopolíticos hasta una mayor conciencia del impacto del cambio climático. En medio de muchas dificultades, los objetivos internacionales de reducción de emisiones se ponen sobre el papel, como en 2009 durante la conferencia de la ONU en Copenhague, que termina con el compromiso de limitar el aumento de la temperatura media mundial a menos de 1,5 °C. Importantes decisiones políticas están cambiando gradualmente las reglas del juego en el mercado de la energía, desde los incentivos a la energía limpia hasta el mercado de créditos de emisiones. La tecnología avanza a pasos agigantados, sobre todo en el caso de las energías solar y eólica, fuentes cada vez más competitivas. La gran crisis financiera de 2007-2008 también contribuyó a afianzar la idea de que la economía debe reconstruirse sobre nuevas bases, no solo en lo que respecta a las finanzas, sino también en relación con la explotación de los recursos.

 

El nacimiento de Enel Green Power

Son tiempos nuevos, y el Grupo Enel decide afrontarlos con una nueva empresa. Enel Green Power (EGP) se fundó en 2008, con el objetivo de integrar las numerosas iniciativas presentes en todo el mundo y las diversas líneas de investigación tecnológica que el Grupo había estado llevando a cabo durante décadas. EGP es heredera de una importante tradición italiana en materia de energía hidroeléctrica que, desde la primera mitad del siglo XX, fue una parte importante del mix energético de Italia y sigue siendo la fuente renovable más explotada, con una capacidad instalada de casi 13 GW y una producción de más de 8800 GWh. Es heredera de experiencias geotérmicas pioneras, como la central de Larderello, activa desde 1911 y que sigue siendo uno de los centros de energía geotérmica más importantes del mundo, con sus 800 MW de potencia. Y por supuesto, toma bajo su tutela el desarrollo de las energías fotovoltaica y eólica, las tecnologías renovables en las que confía para afrontar el reto energético del futuro.

La recién nacida EGP debuta con importantes inversiones en energía eólica, con las plantas de Acquaspruzza 2 y Monterosso, en Molise, para una potencia total de 39 MW operativa en 2009. Y en energía solar, con la construcción de la central fotovoltaica de Montalto di Castro, en ese momento la más grande de Italia y una de las más grandes de Europa.

Además de las centrales eléctricas, EGP también se mueve para consolidar su experiencia tecnológica en componentes y sistemas de generación. En 2010, y en colaboración con Sharp y STMicroelectronics, se creó 3SUN en Catania, la mayor planta de producción de paneles fotovoltaicos de Italia. Hoy, gracias a un acuerdo con la Comisión Europea firmado en 2022 y a una inversión de 118 millones de euros, 3SUN se perfila para ser la mayor fábrica de paneles fotovoltaicos de Europa en 2024, con una capacidad de producción de 3 GW al año.

 

Un plan global

Para asegurarle a la empresa los recursos necesarios para su ambicioso plan de crecimiento, EGP comenzó a cotizar en bolsa a finales de octubre de 2010.

A lo largo de la década, el número de plantas renovables gestionadas por EGP en Italia sobrepasa las 600, para una capacidad que, a día de hoy, supera los 16 GW, casi un tercio del total mundial. En 2020, el 100 % de los 7900 municipios italianos tiene, al menos, una planta renovable: 10 años antes, solo la tenían poco más de 350 municipios.

A las tecnologías de producción se suman las de almacenamiento de energía, esenciales para optimizar el perfil de producción intermitente típico de las fuentes renovables. Fue en 2015 cuando se instalaron en Italia las primeras grandes baterías asociadas a plantas renovables. En Catania, se instaló el primer campo fotovoltaico integrado con un sistema de almacenamiento basado en la tecnología de cloruro de níquel y sodio. En cambio, la planta de Potenza Pietragalla, es la primera en la que se integra un sistema de almacenamiento con el campo eólico existente y se conecta a la red.

Mientras tanto, en Norteamérica, EGP colabora con el Departamento de Energía de Estados Unidos para crear plantas innovadoras como la de Stillwater (Nevada), que combina la geotermia, la energía solar termodinámica y la fotovoltaica, o el parque eólico de Caney River (Kansas), acompañado de la creación de una zona protegida de 18 000 hectáreas. Durante estos años, EGP ha conseguido importantes licitaciones para construir nuevas centrales eléctricas en Chile, México, Brasil y Sudáfrica.

La creación de nuevas plantas suele corresponder a una verdadera reinvención del territorio. Como en Teruel (España), antiguamente un importante centro de generación de energía con carbón, que ahora se prepara para un futuro como centro “híbrido”, con la integración de sistemas solares, eólicos, de baterías y una fábrica de hidrógeno verde.

En poco más de 10 años, EGP se consolidó como líder mundial en energías renovables. A finales de 2019, gestionaba una capacidad de 46 GW (actualmente, ya alcanza los 54,6). Solo en 2021, sus plantas evitaron 66 millones de toneladas de emisiones de CO2.

 

Investigación en curso

La investigación y la innovación siguen siendo los principales motores del crecimiento de las energías renovables y del sistema energético en general. Hoy en día, el Grupo Enel confía en una red de Innovation Hub and Lab repartidos por Europa, América y Oriente Medio, donde las startups seleccionadas pueden presentar sus proyectos, desarrollar y experimentar tecnologías, así como comparar notas entre sí: desde Milán, Pisa y Catania hasta Madrid, desde Silicon Valley hasta Boston, desde Santiago de Chile hasta São Paulo, e incluso hasta Tel Aviv.

En cuanto al desarrollo de nuevas tecnologías, EGP también está construyendo plantas experimentales para la producción de hidrógeno mediante electrólisis, como las de Sarroch en Cerdeña, en Taranto y Gela en colaboración con Eni, y en Carlentini en Sicilia, donde la producción de hidrógeno reúne a una red de pequeñas y grandes empresas que trabajan juntas para desarrollar una verdadera cadena de suministro, desde la producción hasta el transporte y la comercialización.

El crecimiento de las energías renovables y la centralidad de la sostenibilidad traen consigo una transformación integral del Grupo en 2016 con el lanzamiento de Open Power, una nueva filosofía corporativa que se resume en la voluntad de abrir el acceso a la energía a más personas, abrir el propio mundo de la energía a nuevas tecnologías y nuevos usos, y abrir la empresa a nuevas colaboraciones. Participación, implicación e inclusión se convierten en las consignas de un sector energético que debe cumplir el reto Net Zero by 2050 lanzado por la Agencia Internacional de la Energía, que requerirá aumentar la cuota de energía producida a partir de fuentes renovables al 90 % para mediados de siglo. También en este caso, Enel será un precursor, al haber adelantado oficialmente en 10 años, de 2050 a 2040, su compromiso de Cero emisiones para todas las emisiones, tanto directas como indirectas.

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